La Opinión Pública
El abordaje recurrente sobre el fenómeno de la opinión pública se circunscribe a analizar su faceta meramente cuantitativa, por lo que todo estudio de opinión termina siendo una descripción numérica de cuántos opinan qué, sobre otros tantos que opinan lo contrario o difieren en los matices que la matriz de investigación permita.
Para comprobar lo afirmado no hay más que citar a George Horace Gallup (1948) La opinión pública es algo muy simple: es lo que miden los sondeos.
Pareciera ser que el aspecto acumulativo de la sumatoria termina opacando las cualidades de la opinión, aspecto éste que en realidad determina la naturaleza de la opinión y que califica a quién la expresa.
Indudablemente, la opinión mayoritaria le da sustento a unos de los principios elementales del sistema democrático: la opinión de la mayoría por sobre la de la minoría. Las mayorías ejercen las funciones que el acto eleccionario les confiere y la minoría ocupa los suyos y aguarda un próximo turno electoral para tratar de convertirse en la mayoría que les permita el ejercicio del poder.
Este proceso lineal, en realidad, esconde la verdadera esencia de la opinión: su carácter cualitativo. Como expresaba Robert E. Park (1864-1944), la opinión pública es algo más compleja de lo que han supuesto los analistas que han intentado disecarla y medirla.
El principal aporte de Park es la distinción entre distintas formas de control social. Así estarían las formas de control social espontáneas (como la masa, el ceremonial, la moda, etc.); las formas de control social organizadas (como las habladurías, el rumor, la opinión pública, etc.) y las formas de control social institucionalizadas (como las leyes, las instituciones religiosas, etc).
Entre los medios de control social están las normas sociales, las instituciones, la religión, las leyes, las jerarquías, los medios de represión, el adoctrinamiento (los medios de comunicación y la propaganda), los comportamientos generalmente aceptados, y los usos y costumbres (sistema informal, que puede incluir prejuicios) y leyes (sistema formal, que incluye sanciones) (1)
(1) Chomsky, Noam; Edward S. Herman (en español). Los guardianes de la libertad. (título original, en inglés, Manufacturing Consent: The Political Economy of the Mass Media) (1ª edición). Barcelona: Crítica
Asimismo, igual de relevantes resultan las consideraciones que Park realiza en torno a la noticia como forma de conocimiento: no son las noticias un conocimiento puramente intuitivo, sino que tienen un cierto grado de formalización que determina el conocimiento público de los acontecimientos. También Park puede ser tomado como precursor, en esta ocasión, de lo que luego ha sido denominado agenda-setting.
Agenda-Setting.
La Teoría de la Agenda Setting se refiere a cómo los medios influyen en el público directa o indirectamente, no en las opiniones o dictámenes que éstos enuncian; sino procurando la relevancia o el espacio informativo a temas o cuestiones que los medios eligen. El estudio realizado por McCombs y Shaw en 1972 refiere a que la gente considera unos temas más destacados (la agenda del público), que otros, en proporción directa con la importancia que le den los medios (la agenda de los medios), aunque éstos no sean quienes decidan por la audiencia cuál será la actitud o decisión sobre estos asuntos que proponen como agenda.
Según Noam Chomsky, profesor del Massachussetts Institute of Technology, la agenda-setting es una “alianza tácita que existe entre el gobierno de un país (generalmente Occidental y sobre todo Estados Unidos) y los medios de comunicación para comunicar a los espectadores, oyentes o lectores de un determinado medio sólo lo que interesa, y ocultar al máximo lo que puede resultar peligroso o perjudicial para la estabilidad que ellos creen la correcta para su país”.
Opinión y Estereotipos.
Walter Lippman, en su libro Public Opinion (1922) cuestiona que sea posible una auténtica democracia en la sociedad moderna. Esta crítica se fundamenta en su noción de estereotipo, de la cual es inventor: los esquemas de pensamiento que sirven de base a los juicios individuales convierten en ilusoria la democracia directa.
Lippmann denunciaba la tendencia de los periodistas a generalizar el tratamiento de las personas basándose en ideas fijas. Argumentaba que todos, incluidos los periodistas, están más dispuestos a creer las imágenes mentales preexistentes (the pictures in their heads) que a llegar a un juicio por el pensamiento crítico.
En su libro Public Opinion, Lippmann estima que el problema básico de la democracia era la exactitud de las noticias y la protección de las fuentes.
Lippmann sostuvo que ver a través de estereotipos nos somete a verdades parciales.
De lo subjetivo a lo objetivo y viceversa
Una opinión, como señalaba Giovanni Sartori (1997), se denomina pública no sólo porque es del público, sino también porque implica la res publica, la cosa pública, es decir, argumentos de naturaleza pública: los intereses generales, el bien común, los problemas generales.
La opinión es una clara expresión de la subjetividad de quien la expresa; sin embargo, curiosamente, una vez materializada en acto decisorio adquiere carácter objetivo, fáctico, concreto, medible, aislable y mensurable. Esta realidad objetiva de quién la observare vuelve a subjetivizarse en el análisis de quien la observa, interpreta y decodifica.
Este vaivén característico de la opinión pública dificulta su estudio y comprensión, mas no lo imposibilita.
La objetividad como suma de intersubjetividades.
Claramente la sumatoria de opiniones subjetivas, personales, individuales, genera un nuevo hecho que las comprende y las recalifica, real y objetivamente. Este fenómeno propio de lo social nos permite observar una materialización objetiva de una opinión en un lugar y momento determinado.
Como decía Alexis de Tocqueville (1840), la opinión pública es una especie de presión inmensa de la mentalidad de todos sobre la inteligencia de cada cual.
La gente teme más el aislamiento que el error, decía también Tocqueville, sentencia inspiradora de la Espiral del Silencio de Noelle- Neumann (1984)
Un candidato se impone en una elección presidencial con una equis cantidad de votos (hecho objetivo), esa cantidad de votos permite que el candidato se transforme en el próximo presidente (hecho objetivo), los electores ven materializado su interés en transformar al candidato en presidente (hecho objetivo) y así sucesivamente. El voto de cada elector sintetiza una multiplicidad de intereses y apreciaciones de índole personal y social (hecho objetivo que comprende las subjetividades de los opinantes), los ganadores y derrotados en la elección hacen su propio análisis de las razones que determinaron que pasase lo que sucedió (expresan subjetividad), muchos de quienes no votaron por el vencedor ven modificar su propia percepción de la realidad a raíz de la expresión de las mayorías (hecho subjetivo) dando así su aporte a la consolidación de un nuevo constructo social que valida el proceso. (2)
(2)Antonio Ezequiel Di Génova. Manuel de Relaciones Públicas e Institucionales. Segunda edición. Buenos Aires. 2016.
Espiral del Silencio.
La Espiral del silencio es una teoría de ciencias políticas y comunicación propuesta por la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann en su libro La Espiral del silencio, donde estudia la opinión pública como una forma de control social en la que los individuos adaptan su comportamiento a las actitudes predominantes sobre lo que es aceptable y lo que no.(3)
El fenómeno es calificado de espiral de silencio porque la lógica de fondo que se sostiene es que, cuanto más se difunde la versión dominante por los medios, más guardarán silencio las voces individuales contrarias, con lo que se produce un proceso en espiral.
La teoría de la espiral del silencio parte del supuesto básico de que la mayor parte de las personas tienen miedo al aislamiento y, al manifestar sus opiniones, primero tratan de identificar las ideas, para luego sumarse a la opinión mayoritaria o consensuada.
(3) Noëlle-Neumann, Elisabeth. La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social, Paidós. Barcelona, 1995
La dinámica de la Opinión Pública.
Los gobiernos y empresas utilizan los sondeos para conocer la opinión pública sobre cuestiones de interés, como los índices de desempleo, mercado y de criminalidad, entre otros indicadores sociales y económicos.
El sociólogo francés Pierre Bourdieu ha afirmado, de manera célebre, que “la opinión pública no existe”, tomando en cuenta que la estadística no es garantía de imparcialidad, pues al ser un análisis social no hay neutralidad valorativa en la formulación de los protocolos y cuestionarios. Los medios de comunicación, además de tomar postura, difunden las opiniones que desean. Otras críticas residen en temas técnicos, tal como el grado de error muestral, tamaño de la muestra, representatividad de la población, etc.
Sin embargo, existe en la opinión pública contemporánea un grado alto de confianza a los sondeos debido en gran parte a la influencia de los medios de comunicación.
Caracterizar el imaginario
En una sociedad, hay tres planos que se cruzan y son interdependientes: el de lo real, lo simbólico y lo imaginario. Para Eliseo Verón (1995), la producción de la realidad social es una experiencia colectiva, la sociedad se produce a sí misma. En la producción de lo real se articulan las experiencias de lo simbólico y lo imaginario.
Para Jacques-Marie Émile Lacan, la situación del sujeto está caracterizada esencialmente por su lugar en el mundo simbólico. Las representaciones colectivas manifiestan cómo se piensa un grupo en sus relaciones con los objetos que los afectan y con otros grupos sociales. Un modo imaginario de relacionarse con el mundo, que tiene una función ordenadora.
El imaginario es el conjunto de imágenes, la representación hecha de memoria, experiencias y proyectos y/o utopías de que se vale un grupo social para explicar, organizar, ordenar el mundo social, situarse y actuar en él. Es una construcción tanto consciente como inconsciente.
Por Antonio Ezequiel Di Génova
E-mail: info@antoniodigenova.com
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- Magíster en Neuro Comunicación (ESCO Universitas – Universidad Católica de Murcia).
- Magíster en Comunicación Corporativa, Protocolo y Asesoría de Imagen (IMEP -España)
- Licenciado en Relaciones Públicas (Universidad J. F. Kennedy – Argentina)
- Posgrado en Identidad e Imagen Institucional (Universidad de Belgrano – Argentina)
- Presidente de REDIRP (Red Iberoamericana de Profesionales de Relaciones Públicas)
- CEO de Antonio Di Génova Group. Consultoría Integral de Relaciones Públicas. Marketing Digital. Prensa y Organización de Eventos.
- Profesor de Grado en la Universidad de Belgrano y en la Universidad Nacional de La Matanza y de Posgrado en la Universidad Nacional de La Plata.
- Organizador del Simposio Internacional de Relaciones Públicas y de la Cumbre Latinoamericana de Relaciones Públicas y Comunicación Estratégica.
- Autor de 7 libros: Global PR; Ceremonial Empresarial; Organización Integral de Eventos; Manual de Relaciones Públicas; Gestión Integrada de Relaciones Públicas, Eventos y Protocolo; Organización de Congresos & Convenciones, Oratoria Neuroexperiencial y Comunicación.