Rumores, síntomas clásicos del deterioro en las comunicaciones.
La circulación de rumores en el ámbito empresarial -provenientes de públicos internos y/o externos- es normalmente un claro síntoma de ineficiencia en el manejo de las comunicaciones formales de una institución. Con ello no niego que puedan provenir de ataques inescrupulosos orquestados por la competencia o por grupos conspirativos con intereses específicos. De todas formas debemos convenir que el mayor daño a los intereses de una organización empresarial o cualquier otra, es mas el producto de su propia inoperancia comunicacional que del ataque sistemático de otros factores o grupos de poder.
Las 7 causas que pueden generar o revelar rumores:
- Canales formales de comunicación a los que los empleados le prestan poca o ninguna atención en virtud de su poco atractivo o capacidad informativa.
- Desconfianza en la veracidad o calidad de la información que se pone a disposición del público en los canales existentes.
- Escasez de canales: en ocasiones el defecto no pasa tanto por la eficiencia de los medios empleados, sino más que nada en la falta de medios complementarios que hagan más expansiva la ola informativa.
- Directivos o voceros que -por múltiples razones- no gozan de un nivel de credibilidad y confianza razonable por parte del público al que se dirigen.
- Desconfianza: unos de los valores primordiales para el desenvolvimiento de cualquier institución es la mutua confianza que exista entre los diversos grupos de interés. Cuando esa confianza se pierde -por la razón que fuere- no hay esfuerzo que pueda hacerse en pos de la credibilidad hasta que no se repara el daño y se retome un umbral aceptable de confiabilidad.
- En ocasiones, el daño puede estar causado por la impericia de los ejecutivos al desatender la importancia de los detalles comunicacionales y terminan generando confusión y recelo entre los públicos internos y hasta en ocasiones en los externos.
- Falta de motivación del público interno: es habitual que un empleado desmotivado tienda a generar rumores en forma espontánea y sin malas intenciones, necesariamente. Simplemente que la falta de políticas pro activas de comunicación, planificación de carrera, incentivos o relaciones públicas, deviene en este tipo de situaciones no deseadas.
En definitiva, está claro que una organización empresarial o de ningún tipo no puede funcionar sin un elemento básico, como lo es la información. Esa información debe ser confiable, objetiva, razonable, verificable, suficiente y bien comunicada.
La carencia de este insumo básico en el sistema empresa generará un síntoma clásico –como lo es el rumor- que denota la existencia de una “enfermedad” de fondo, como lo es la comunicación deficiente o poco profesional.
Por Antonio Ezequiel Di Génova
E-mail: info@antoniodigenova.com
WhatsApp al: +54 (911) 5595-9511
- Magíster en Neuro Comunicación (ESCO Universitas – Universidad Católica de Murcia).
- Magíster en Comunicación Corporativa, Protocolo y Asesoría de Imagen (IMEP -España)
- Licenciado en Relaciones Públicas (Universidad J. F. Kennedy – Argentina)
- Posgrado en Identidad e Imagen Institucional (Universidad de Belgrano – Argentina)
- Presidente de REDIRP (Red Iberoamericana de Profesionales de Relaciones Públicas)
- CEO de Antonio Di Génova Group. Consultoría Integral de Relaciones Públicas. Marketing Digital. Prensa y Organización de Eventos.
- Profesor de Grado en la Universidad de Belgrano y en la Universidad Nacional de La Matanza y de Posgrado en la Universidad Nacional de La Plata.
- Organizador del Simposio Internacional de Relaciones Públicas y de la Cumbre Latinoamericana de Relaciones Públicas y Comunicación Estratégica.
- Autor de 7 libros: Global PR; Ceremonial Empresarial; Organización Integral de Eventos; Manual de Relaciones Públicas; Gestión Integrada de Relaciones Públicas, Eventos y Protocolo; Organización de Congresos & Convenciones, Oratoria Neuroexperiencial y Comunicación.