Según Priscilla Murphy (1), la palabra caos tiene ciertas connotaciones conflictivas en el contexto de la Comunicación, ya que implica crisis, desunión y pérdida de control. A pesar de estos aspectos negativos, la teoría del caos puede ayudar a establecer alguna coherencia dentro de las situaciones de Relaciones Públicas cuyo rasgo sobresaliente sea la inmanejabilidad